Tras mi primer día superado con éxito, empiezo el segundo con muchas ganas. Aunque parezca increíble, ayer por la noche se me pasó por la cabeza comer mal. Es verdad que no tenía hambre, pero empiezo a creer que tengo una personita metida en mi cabeza que me incita todo el rato a no hacerlo bien. En realidad, cuando estoy entretenida o con mi novio, no me ocurre. Suele ser en los momentos muertos, o en situaciones de estrés. Y es precisamente esto lo que quiero empezar a controlar. Veo que muchas llevan meses haciéndolo bien, con la misma motivación o más que al principio y pienso que no voy a ser capaz ni de llegar al viernes.
Creo que no debería hacerlo diariamente, pero me he pesado antes de comer y la báscula me dice que peso 700 gramos menos que ayer, marca 51,8. Por hacer esto es por lo que la he cagado otras veces. Hoy salió bien, pero habrá días en los que marcará exactamente lo mismo que el día anterior o a veces más. No porque haya comido mal, sino porque nuestro cuerpo retiene líquidos y blablabla. Aún así yo soy de las que se desmotiva muy fácil.
Sin más que añadir... me voy a hacer mi horita de cardio!!
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