Al final he decidido continuar comiendo como estos cuatro días, por lo menos hasta que acabe existencias (avena y yogures), que me llegarán como mucho para una semana. Sorprendentemente tengo cero hambre, cero ganas de cualquier porquería. Sigo comiendo a rajatabla, ni más ni menos, y eso me motiva que flipas. Sin embargo no todo iba a ser coser y cantar. Ayer había perdido, con respecto al día anterior, 500 gramos (50,4) pero hoy (¡¡¡¡¡no entiendo el por qué!!!!!) en vez de bajar aún más, he subido a 50,6. ¿Será que ayer en realidad no pesaba medio kilo menos? En fin, qué más dará. Mi conciencia la tengo muy tranquila. He hecho deporte, he comido bien... y el balance con respecto a mi último día aquí escrito, es positivo. No serán 500 gramos menos... serán 300 y listo.
Mañana de nuevo lunes y vuelta a la rutina por fin... ¡A ver cuándo llega el día en que veo el 50,0! A partir de ahí todo será más fácil, y realmente confiaré en que verme bien es posible :)
Bah, la báscula va variando una barbaridad a lo largo de avanza el día. Lo importante es cómo te sientas tú. Y si sabes que lo has estado haciendo bien, ¿qué más pedir? Un beso guapa, a ver cómo se presenta la semana que viene. Y gracias por pasarte :) Te sigo!
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